Película: El pianista (The pianist)
Dirección: Roman Polanski.
Año: 2002.
Duración: 248 min.
Género: Drama.
Interpretación: Adrien Brody, Emilia Fox, Michal Zebrowski, Ed Stoppard, Maureen Lipman, Frank Finlay, Jessica Kate Meyer, Julia Rayner, Richard Ridinqs, Roy Smiles.
En un momento de la historia en el que la cultura resplandece, en el que la música, la literatura y la filosofía se desarrollan plenamente en Alemania, surge la barbarie. Ante la incrédula mirada del protagonista la sinrazón se apodera de todo y de todos, algo inimaginable, impensable desde la razón ilustrada estaba a punto de suceder. El pianista, Wladylaw Szpilman (Adrien Brody) será testigo de la brutal ocupación nazi. Desde el ghetto de Varsovia (al contrario que otros muchos, él no fue deportado, por casualidad) es testigo y víctima del horror, un horror del que consiguieron huir los miembros de la Escuela de Frankfurt, pero que influyó de manera decisiva en su filosofía.
Película: Tiempos modernos (Modern Times)
Dirección: Charles Chaplin.
Año: 1936.
Duración: 85 min.
Género: Comedia, drama y ciencia ficción.
Interpretación: Charles Chaplin, Paulette Goddard, Henry Bergman, Stanley Sandford, Chester Conklin.
La película nos muestra la situación de los obreros ante la revolución industrial, del hombre contra las máquinas. El obrero está alienado, trabaja en una cadena de montaje y no es dueño de lo que produce. La situación se agrava al ser sustituido por las máquinas: el desempleo, la búsqueda de un sueldo, la precariedad,... Son temas e imágenes que nos remiten a los conceptos analizados por Marx, problemas que de algún modo siguen vigentes en nuestra sociedad y reclaman nuestra mirada y nuestra reflexión.
No se nace mujer, se nace ser humano, con diferencias biológicas . Diferencias que se van ampliando debido al discurso heredado y que se va manteniendo en la sociedad. ¿Qué tipo de discurso? Un discurso que reparte los roles, que nos fija unas tareas determinadas a las mujeres : por el hecho de ser mujeres debemos dedicarnos a la casa, a la familia, a la maternidad, al cuidado de la pareja, etc. Este discurso es el que intentó modificar Simone de Beauvoir. ¿Hemos conseguido deshacernos de estos prejuicios? ¿Tenemos por fin una igualdad efectiva de oportunidades y de derechos? Sinceramente, creo que las respuestas son negativas. Ahora la mujer puede trabajar fuera de casa, pero debe asumir el cuidado del hogar y de los hijos. Ahora la mujer ha de ser una supermujer, capaz de trabajar, atender a sus hijos, realizar las tareas domésticas, estar con su marido, cuidarse físicamente para estar siempre atractiva… Esto no es un avance, al contrario, supone un retroceso si tenemos en cuenta todo lo que han luchado las mujeres que nos han precedido. Por eso pienso que la tarea del feminismo debe continuar, no un feminismo que entienda la supremacía de la mujer por encima del hombre, sino un feminismo que busque la igualdad de oportunidades y derechos y la liberación de la mujer.
¿Qué significa ser libre? ¿Somos libres? Pensar la libertad significa analizar nuestra vida, nuestro mundo y la situación que vivimos. Pero no sólo se trata de reflexionar sino de actuar para mejorar las cosas que nos rodean.
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